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De lo posible se sabe demasiado .

Cumpliendo lo dispuesto por aquellos, sus compañeros de la sierra y el llano de Cuba, cuando ya constituidos en Consejo de Ministros,el 16 de Octubre de 1967 resolvieron el acuerdo por el cual “Se declara como fecha de recordación nacional el día de su caída en combate, quedando instituido a tal efecto el 8 de Octubre como “Día del Guerrillero Heroico”.

Frente a su casa natal, junto a otras organizaciones revolucionarias y como tantas veces, que con extraordinaria concurrencia o en la aparente soledad que parecen imponer los malos tiempos de confusiones, hemos persistido sin faltar ni un solo año, realizamos el acto a 55 años de su caída en combate. REVOLUCION SOCIALISTA O CARICATURA DE REVOLUCION.
«Che».

De lo posible se sabe demasiado .

 

La agudización, profundización y extensión de la crisis capitalista mundial nos demuestra, que un puñado de cerdos capitalistas se han apoderado de la riqueza generada y producida por la fuerza de trabajo del proletariado, por millones de trabajadores en el mundo, engordando sus bolsillos a más no poder.

El estancamiento de las fuerzas productivas, su destrucción y el inexorable cumplimiento de la Ley de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, entre otros factores, obligan al capitalismo mundial a reconfigurar el mapa en pos del sostenimiento del sistema de explotación y la maximización de la ganancia.

Crisis y guerras son elementos fundamentales para este fin.

Y tanto una como otra, recaen pesadamente sobre las espaldas de los pueblos y los trabajadores del mundo.

Algunos más, otros menos, pero no existe un rincón del planeta que no haya sido tocado por la mancha venenosa del imperialismo y la extienda a lugares donde hasta hace poco tiempo se mantenían alejados o relativamente a salvo.

La bestialidad imperialista lleva ya más de un siglo de dominación y aquí o allá, en todas partes ha penetrado con su ideología, emisarios, cipayos y tropas. La guerra que se desarrolla en Ucrania, las que vienen desde años en todo el globo con mayor o menor intensidad, desnudan que la constante es precisamente la guerra, abierta o velada, presente siempre.

Esa bestialidad que deshumaniza a los hombres y mujeres, que banaliza el sentido mismo de la vida.

Bestialidad que se refleja en los que mueren a diario de hambre o bala, en la destrucción, el saqueo y rapiña. El robo de los recursos naturales, el despojo de la tierra. Bestialidad que reduce al hombre a la condición de esclavo moderno, desposeído de todo. Donde el salario no es más que las monedas insuficientes que nos dan para recobrar la fuerza de trabajo que al día siguiente garantizará una nueva obtención de plusvalía, para seguir engordando los bolsillos de los patrones.

Durante el siglo XX se produjeron las más grandes batallas revolucionarias, muchas de ellas por el socialismo, los pueblos se alzaron para enfrentar al opresor. De ahí que la gran revolución rusa, haya parido con su ejemplo miles de focos de lucha en distintas partes del mundo. Esta revolución traicionada no pudo, pese a los esfuerzos de los revolucionarios, prosperar en su concepto de la revolución permanente, condición fundamental para conquistar el éxito de ésta. En esto nos enseñaba Che con sus palabras, en su “CREAR DOS, TRES … MUCHOS VIETNAM», Mensaje a los pueblos del mundo a través de la Tricontinental.

La historia nos alecciona, los ejemplos se deben emular y es esa la tarea de los revolucionarios.

Hoy el mundo se convulsiona y nuevamente recobran fuerza los grupos de derecha y fascistas, conquistan países, ganan simpatía. Crecen y se ensoberbecen. Renace la verdadera cara del imperialismo. Su principal doctrina de pensamiento y acción, el régimen al que debe recurrir el imperialismo. Combinar democracia burguesa y fascismo, formas de dominación que requieren del consenso de grandes mayorías, resignadas a las imposiciones del gran capital, asumiendo que estas son las mejores formas de vida posible. Aunque esto signifique el hambre de millones, la muerte, el control social, el disciplinamiento, en definitiva, la resignación.

Pero como dice la canción “de lo posible se sabe demasiado”.

La crisis energética de Europa, la desaceleración y estancamiento de la economía, los procesos inflacionarios son la consecuencia de las medidas que el imperialismo yanqui está dispuesto a profundizar en pos de establecer su supremacía sobre el resto del mundo.

Nuevamente se reeditan los discursos sobre el “Bien y el Mal”, obligando a los países a alinearse bajo uno u otro concepto.

El enemigo de la humanidad, el imperialismo. Aprieta más fuerte su bota, asfixia a los pueblos, recoloniza los países, somete a los trabajadores, compra voluntades, impone políticas de disciplinamiento, avanza y pulveriza derechos conquistados, una nueva vuelta de tuerca. Y si no se someten, ahí está el botón rojo como amenaza latente.

Por esto es por lo que hoy estamos aquí, reafirmamos nuestro compromiso revolucionario y aquí en este lugar, frente a la casa natal del Che, sostenemos y reivindicamos su palabra y su acción.

La respuesta frente al enemigo de clase nos las da el propio comandante Guevara, cuando dice:

“No podemos predecir el futuro, pero jamás debemos ceder a la tentación claudicante de ser los abanderados de un pueblo que anhela su libertad, pero reniega de la lucha que ésta conlleva y la espera como un mendrugo de victoria. Es absolutamente justo evitar todo sacrifico inútil. Por eso es tan importante el esclarecimiento de las posibilidades efectivas que tiene la América dependiente de liberarse en forma pacífica. Para nosotros está clara la solución de esta interrogante; podrá ser o no el momento actual el indicado para iniciar la lucha, pero no podemos hacernos ninguna ilusión, ni tenemos derecho a ello, de lograr la libertad sin combatir. Y los combates no serán meras luchas callejeras de piedras contra gases lacrimógenos, ni de huelgas generales pacíficas; ni será la lucha de un pueblo enfurecido que destruya en dos o tres días el andamiaje represivo de las oligarquías gobernantes; será una lucha larga, cruenta, donde su frente estará en los refugios guerrilleros, en las ciudades, en las casas de los combatientes – donde la represión irá buscando víctimas fáciles entre sus familiares – en la población campesina masacrada, en las aldeas o ciudades destruidas por el bombardeo enemigo.

Nos empujan a esa lucha; no hay más remedio que prepararla y decidirse a emprenderla. Los comienzos no serán fáciles; serán sumamente difíciles. Toda la capacidad de represión, toda la capacidad de brutalidad y demagogia de las oligarquías se pondrá al servicio de su causa. Nuestra misión, en la primera hora, es sobrevivir, después actuará el ejemplo perenne de la guerrilla realizando la propaganda armada de los combates que se ganan o se pierden, pero se dan, contra los enemigos.”

“Hay que llevar la guerra hasta donde el enemigo la lleve: a su casa, a sus lugares de diversión; hacerla total. Hay que impedirle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de sus cuarteles, y aun dentro de los mismos… Entonces su moral irá decayendo. Se hará más bestial todavía, pero se notarán los signos del decaimiento que asoma.” “Si a nosotros que un pequeño punto del mapa del mundo cumplimos el deber que preconizamos y ponemos a disposición de la lucha esté poco que nos es permitido dar: nuestras vidas, nuestro sacrificio, nos toca alguno de estos días lanzar el último suspiro sobre cualquier tierra, ya nuestra, regada con nuestra sangre, sépase que hemos medido el alcance de nuestros actos y que no nos consideramos nada más que elementos en el gran ejército del proletariado, pero nos sentimos orgullosos de haber aprendido de la Revolución Cubana y de su gran dirigente máximo la gran lección que emana de su actitud en esta parte del mundo: “qué importa los peligros o sacrificios de un hombre o de un pueblo, cuando está en juego el destino de la humanidad”. Toda nuestra acción es un grito de guerra contra el imperialismo y un clamor por la unidad de los pueblos contra el gran enemigo del género humano: los Estados Unidos de Norteamérica. En cualquier lugar que nos sorprenda la muerte, bienvenida sea, siempre que ése, nuestro grito de guerra haya llegado hasta el oído receptivo, y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas, y otros hombres se apresten a entonar los cantos luctuosos con tableteo de ametralladoras y nuevos gritos de guerra y victoria”.  

 

Tendencia Marxista Revolucionaria –  Octubre 2022