Skip to content

Che Guevara, Guerrillero Heroico.

¿Cuántas veces tendrías que desembarcar del Granma, hacerte fuerte en Sierra Maestra?. ¿Cuántas veces deberías disparar sobre el enemigo y cuántas veces debería Santa Clara “despertarse para verte”?. ¿Cuántas ir al Congo, enviar a tu entrañable Comandante Hermes a luchar y morir en Argentina junto a Massetti y cuántas combatir en Bolivia, para que entiendan que a un Comandante Guerrillero no le niega la condición ni para plantar un monumento?. ¿Cuántas descargas de tu fusil hacen falta para que entiendan que el Che es guerrillero y más que todo Guerrillero Heroico?. En definitiva, que es el ejemplo del guerrillero. Ante todo, por consecuencia de todo, más que todo.

¿Cuántas veces tendrías que construir el Socialismo?. ¿Cuántos Ministerios de esa construcción, cuántas direcciones de Banco Nacional y cuántos billetes firmar con un simple Che?. ¿Cuántas lecciones de matemáticas y economía tomar y cuántas discusiones tener para que se confirme tu condición de cuadro?.

¿Cuántas fotos debería sacarte Korda, como esa que todos conocemos, con la mirada hiriente del que sabe que ha muerto un poco con el obrero que trabajaba en el puerto, arrasado por el odio imperialista en un atentado inhumano?. ¿Cuánta mirada de odio al que no ama la humanidad -ciego en su billete verde, obnubilado de ganancia y hartazgo, degenerado de cuajo- deberías desparramar por la Isla y el mundo, para que se entienda tu grado de determinación serena y mortal?.

¿Cuántos discursos y trabajos elaborados deberían constar, más allá de los seis tomos publicados y los que están escritos, a la espera, diciendo cosas que pocos supieron escuchar, muchos supieron conservar y muchos más tuvieron la voluntad de seguir, para que se entienda que la talla del Che no puede someterse a términos tan poco decidores como “rebelde”?. ¿Cuánta realidad deberías prodigar para diluir la coraza de la sensiblería y que nazca el amor del combatiente con letras de acero, y que se dejen de joder los bronces consentidos por el enemigo de clase?.
Todo para que se entienda que pensar, decir y hacer son y deben ser una y la misma cosa presidida por el amor a la Revolución. ¿Cuántas, en reducidas cuentas, deberías publicar todo esto para demostrar que el Che es un comunista consecuente y no un simple representante de la juvenilia rebelde?.

¿Cuántas veces deberías criticar al que confunde Socialismo con intercambio equitativo, o con provisión de cosas a cambio de voluntad, o directamente con sometimiento a condiciones?. ¿Cuántas conferencias de Argel para decir que no es solidaridad revolucionaria seguir las reglas del mercado, por más atenuado que esté el capitalismo en cada transacción?.
¿Cuántas, en este orden, pero cuántas, deberías decir que la Revolución es un artículo de exportación?.
¿Cuántas deberías ordenar que no te confundan, conforme estas verdades, con un hombre ejemplar ni siquiera para los que aman tanto la reforma que terminan repudiando la Revolución?

¿Cuántas veces deberías repetir aquello de odiar al enemigo de tal forma que permita luchar contra un enemigo brutal como es el imperialismo?.
¿Cuántas veces demostrar, podemos decir, que a veces un hombre aprende a amar tanto la vida que no le importa perderla para poder vivirla?.

¿Cuántas veces asaltar el reducto de la mezquindad para que se comprenda que el Hombre Nuevo no es una fábula, no es una aparición de un presente de pura caridad o filantropía, sino el ejercicio conciente de la construcción del Socialismo, en que la compensación moral de la tarea cumplida es motivo suficiente para luchar en la trinchera, el surco o la industria que nos toque?. ¿Cuántas veces señalar que al comunismo no se llega por el mero desarrollo de las producciones, sino esquivando el atajo de una “segunda sociedad norteamericana” pero con economía planificada?.

¿Cuántas veces tendrías que insistir en todo esto y más?.
Ya conocemos la respuesta del Che: tantas como sea necesario, como suele decirse en los templos, de pensamiento, palabra y obra.

Reconocido esto, en eso debemos andar.

Revolución Socialista o caricatura de revolución.

 

Texto publicado en 2011

 

 

Acto homenaje frente a su casa natal

8 de octubre 11 hs, Urquiza y Entre Rios

Rosario, Santa Fe, Argentina.